La trayectoria de crecimiento en los últimos anos y su reciente deceleración han venido generando una dinámica de polarización entre grupos sociales y entre centro y periferia, marcada por desigualdades crecientes internas a los territorios y brechas entre territorios y regiones. Este contexto en desequilibrio se encuentra además afectado por factores de fragilidad creciente, debido à la exposición à escenarios de crisis aun mas complejos e interconectados. Hacer frente a estas circunstancias implica una nueva trayectoria de ‘cambio estructural con igualdad’ que ponga el tema de la cohesión socioeconómica y territorial al centro de la atención, y una arquitectura de políticas publicas ‘desde abajo’, basadas en la especificidad territorial y la concertación de un nuevo ‘pacto social’ entre actores políticos, económicos y sociales. El DEL tiene el potencial de vehicular esta ‘territorialización’ de políticas publicas que conjuguen competitividad y cohesión, para dar respuesta a los desafíos tanto de la desigualdad como de la fragilidad en un marco de desarrollo sostenible, universal e inclusivo.
PNUD, Comisión de desarrollo económico de CGLU, OIT